viernes, 22 de diciembre de 2017

LA SALUD Y EL EXCESO DE INFORMACIÓN.





Nos preocupa la salud. Consumimos alimentos sanos, evitamos la vida sedentaria, y huimos de los entornos contaminados. Y escuchamos con atención todo lo que se dice o escribe sobre salud. Los mensajes "Sin sal", "Sin azúcar", "Sin gluten", "Sin grasas", o "Sin aditivos" nos resultan muy significativos. Y además, nos preocupa tanto la salud, que intentamos ser felices, pues, nos han dicho que la felicidad nos hace más fuertes contra la enfermedad y nos alarga la vida.
En este ambiente crece la agricultura ecológica y aumentan los comercios que ofrecen estos productos. Hay más gimnasios y los ayuntamientos ofrecen más espacios para caminar. Incluso, en muchas plazas encontramos aparatos, para activar el cuerpo. Y además crece la oferta de terapias pretendidamente milagrosas sin base científica. Y los laboratorios nos bombardean continuamente con sus anuncios.
La salud nos importa. Hay tanta información, que cuesta separar el grano de la paja. Por eso, tal vez, deberíamos defender una sanidad pública mejor financiada, y mejor diseñada. Una sanidad que defienda nuestra salud y que nos proteja del exceso de información y de la falsedad. En el marco de esta preocupación, he encontrado en la prensa dos artículos muy interesantes: a) Si las familias se implican los enfermos de la UCI mejoran. (LaVanguardia,30-11-17). b) Los Médicos piden control sobre los anuncios de Terapias Alternativas a la Arrixaca de Murcia. (LaOpinion, 5-12-17).




miércoles, 25 de octubre de 2017

QUIENES VIVEN PARA TRIUNFAR SUELEN TENER UNA SALUD MENTAL MÁS FRÁGIL Y UNA SOLEDAD MÁS SÓLIDA.




Se dice que los conflictos son buenos. Los personales: "Café o té, carne o pescado, ir a votar o no". Los conflictos entre personas o entre grupos, también pueden ser útiles, si después se avanza y se construye. Los conflictos cuando se superan dejan un sedimento o poso. Si el poso es bueno, aumenta nuestra autoestima. Si no es bueno, puede ayudarnos a aceptar nuestras limitaciones, o a mejorar nuestras estrategias. Es decir, si gestionamos bien el fracaso, el resultado puede ser al final, positivo!. (...)
Esto es lo que dicen algunos filósofos. Fracasar no debe verse como algo malo. Para estos, no hay que vivir permanentemente pensando en la victoria. Del mismo modo, que no queremos tener razón en todas las conversaciones, ni que se elija siempre nuestra propuesta. El bienestar de los demás también nos importa.(..).

Sobre la cultura del fracaso, tengo delante un escrito de Xavi Ayén (Vanguardia, 9-10-17). "El fracaso bien gestionado puede aportar cosas buenas: 1.Si tú fracasas, no hay perdedores y la convivencia es más fácil. 2.Los fracasos, si sabes gestionarlos te hacen más fuerte, sobre todo, si identificas los errores, y planificas después intentando evitarlos. 3.Si vives el fracaso con deportividad, esto, te puede ayudar a aceptar tus limitaciones y a presentar una conducta más adaptada. (...). 

La Escuela  anglosajona es diferente a la escuela mediterránea. Y parece que la empresa también!. En nuestro entorno se valora más el éxito individual. Se vive más para triunfar, que para compartir. No se aprovechan tanto las enseñanzas que se derivan de los errores. Y además, aquí después de un fracaso, se orienta más hacia la voluntad y la perseverancia y allí, hacia la aceptación de los límites y el esfuerzo adaptado."

Si el enfrentamiento dentro de la sociedad catalana ser resuelve sin vencedores, tendremos una sociedad más sana. Si después del fracaso, el independentismo se orienta hacia la voluntad y la perseverancia, tendremos una saciedad fracturada. Resumiendo: Ni vencidos!. Ni la perseverancia de los independentistas!.

sábado, 2 de septiembre de 2017

SOBREINFORMACIÓN Y CONFUSIÓN. SOBREPESO Y ..





Del mismo modo que hay desinformación por defecto y desinformación por exceso. Con la nutrición pasa lo mismo. Sobre la información hay que decir, que ahora no nos falta información, Más bien, el exceso nos ahoga, nos desorienta, nos desinforma. Entre la gente que sufre la confusión derivada de la sobreinformación, es frecuente oír cosas que no favorecen la interacción. Cuando se habla de alimentos: "Si hacemos caso, no podremos comer de nada!". Cuando se habla de política: "Todos los políticos son iguales". Cuando se habla de corrupción: "En todas partes cuecen habas". Cuando se habla de educación: "Una bofetada a tiempo no hace daño!". (..).
La sobreinformación y la confusión derivada, es más frecuente entre los desfavorecidos. Pues en sus entornos, abunda la información de baja calidad y escasean las personas que ayudan a filtrar. (...). Sobre la nutrición hay que decir, que ahora no se habla mucho de desnutrición. Ahora se habla de sobrepeso y obesidad. Un sobrepeso que como la sobreinformación es más frecuente entre los pobres. Pues los alimentos pocos saludables abundan y son más baratos. Y en esos entornos, hay pocas personas que ayuden con el ejemplo y con sus palabras. (...). Resumiendo: Al pobre le resulta difícil, seleccionar la información más válida. Y también le resulta más difícil acceder la alimentación más saludable.

miércoles, 23 de agosto de 2017

LA QUIETUD PERJUDICA





Durante este verano, he vuelto a ver que el movimiento se vive como una necesidad. He podido ver que la gente camina. Y no esporádicamente. Lo hace cada día. La gente está concienciada. Si nos movemos, todo fluye, incluso las ideas. Nos sentimos mejor. (..). Aunque sabemos y percibimos que el exceso de quietud daña, en septiembre, en las aulas los queremos quietos. Aunque se sabe que el exceso de quietud, daña, muchos trabajadores, en septiembre vuelven a la rutina de la silla y la pantalla. (...).
Pensando en los alumnos, si los tenemos sentados escuchando o escribiendo, nos da la sensación que de esta manera aprovechan más el tiempo. Aunque se ha comprobado que el movimiento, sea el que sea, mejora el rendimiento. El alumno retiene mejor los contenidos de una explicación si lo dejas hacer garabatos en un papel. Recuerda mejor los datos memorizados si lo hace paseando. Razona y estudia mejor si lo hace escribiendo, o haciendo dibujitos, o haciendo una actividad plástica relacionada con los contenidos que trabaja. Y lógicamente, la práctica deportiva, en general, mejora los resultados académicos.
Pensando en el trabajadores. Muchos jefes piensan equivocadamente que si el trabajador, va muchas veces a la máquina del café, o al baño, o a mirar un rato por la ventana, rinde menos. (..). Y, aunque, se sabe que el movimiento aumenta la eficacia, y que si nos movemos más los trastornos cardiovasculares aparecen menos, en el mundo empresarial escasean las iniciativas que lo consideran.
 
Resumiendo, ahora sabemos lo que siempre hemos sabido: el movimiento mejora el cuerpo y mejora la mente. Ahora nos toca, planificar teniéndolo más en cuenta. Escuelas y empresas, pioneras, las hay!. Pero, no digo que sean muchas!.