Todo
el mundo sabe que la quietud es mala. Todos sabemos que si caminamos
poco nos detenemos antes. Es decir, nuestra vida es más corta. Todos
sabemos que el movimiento es vida. Y que la vida es movimiento. Y
como todo el mundo lo sabe, hace tiempo que es potencia la actividad
física, como terapia. En las escuelas, los hospitales, en las
residencias de la tercera edad, y en las cárceles. Se utiliza con un
objetivo: "Que las cosas mejoren!».
Aunque
conocemos los beneficios de no parar, aunque, del tema se habla a
menudo, este titular, de un diario catalán, nos ha llamado la
atención: «La
Actividad física nos protege contra el cáncer».
«Se
han comparado dos muestras de ratones. Los que se mueven mucho porque
disponen de una rueda y los que practican el sedentarismo porque no
tienen ninguna. Los primeros controlan mejor los tumores. Pues el
ejercicio moviliza sus células defensivas. Las células que
destruyen las tumorales ».