Hace
algunas semanas un periodista conocido criticaba la permisividad. Por
lo menos, lo parecía: «Cada
vez que intentáis explicar la desviación la justificáis».
Decía esto, y en parte, tenía razón.
Lo
cierto es que el número de alumnos que dificultan la interacción
constructiva dentro de las aulas, con su actitud no colaboradora, ha
crecido. La permisividad global, la crisis, la droga, y el fracaso
escolar, se consideran causas generales.
Si
lees el informe «Adolescentes
con Trastornos de Comportamiento»
de Josep Lluís Matalí, verás
que sin perder de vista las causas señaladas anteriormente, el mal
comportamiento puede tener otras raíces.(....).
Dicho
esto, dos cosas más: 1) Si está en crisis, el modelo de estado, la
familia, las otras instituciones sociales, el actual modelo de
escuela, y el principio de autoridad. Si todo lo que nos servía de
guía y marco, está en crisis, lógicamente, el adolescente también
lo está. Y desde su fragilidad, se enfada si tiene que esperar, le
molestan las órdenes, si tiene que renunciar a algo, le
aburren tus palabras, si ha de escuchar
y se irrita ante los límites. 2) Los trastornos más frecuentes: El
trastorno negativista desafiante (TND). Y el trastorno con déficit
de atención (TDA). Los primeros, básicamente te desafían. Los
segundos. básicamente no te escuchan.